REFLEXIONES
Tengo la convicción de que todo lo que somos y lo que hacemos lo hemos ido perfeccionando a lo largo de la vida, por las experiencias, las circunstancias y la tenacidad.
Los que somos docentes por vocación, desde niños tenemos la tendencia de enseñar a los demás la manera de adquirir nuevos conocimientos, nuevas destrezas y nuevas habilidades para desenvolverse en la vida afrontando los retos con actitud positiva y a tener claro a dónde quieren ir.
Los docentes somos líderes de nuestros alumnos y si notros sabemos a dónde vamos y qué necesitamos para llegar a nuestra meta no tendremos ningún problema para guiar a nuestros alumnos a conseguir su meta.
Todos sabemos que la docencia no es una profesión que nos lleve a conseguir riquezas económicas; pero sabemos que si conseguimos grandes satisfacciones emocionales cuando vemos que nuestros alumnos triunfan en la vida y muchos de ellos regresan a saludarnos y a comentarnos los logros que han alcanzado y que nosotros como docentes hemos contribuido para que ellos sean mejores personas y mejores ciudadanos.
En lo personal me siento muy satisfecho con mi profesión de docente porque sé que hago lo que me gusta transmitiendo valores a cada generación de estudiantes que atiendo año tras año y a través de mis planeaciones, tareas y actividades logro que cada estudiante alcance conocimientos y habilidades
que les faciliten su tránsito, primero por su vida académica y después por su vida laboral y familiar.
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